Vivo al límite esta vida que es como una Montaña Rusa .. desorientado, pidiendo a la Osa Mayor un buen camino, no lo encuentro, me pierdo, me enciendo y a veces salto sin previo aviso. ¿Qué hay dentro de mí, qué me tortura? La desesperación me absorbe, como una víbora y todo esto parece no tener cura; es como un gran vacío transformado en locura, una locura que me aprieta hasta ahogarme en un mar de dudas. Y es que uno ya no se fía ni de su propia sombra, intento afrontar día a día, con filosofía pero mis arrebatos de ira no son comprendidos por la mayoría que me ve con recelo y se asombra. En ocasiones doy con gente que me escucha y comprende entonces me vuelvo de algún modo dependiente, y odio estar pendiente, porque presiento que se irán de mi lado de forma eminente, paranoias recurrentes y el simple hecho de pensarlo me llena de ansiedad, temor e ira incandescente.
Dolor y mentiras. Ya no confías y te retraes.. más vale sólo que mal acompañado dice el refrán, pero en la práctica necesitas a alguien especial que esté a tu lado, que te comprenda cuando tu mundo se ve amargado y viciado; es un quiero y no puedo constantes, inexplicables.. en mi escala de colores se han saltado las tonalidades grises así no es raro que siga estas directrices: hoy voy a amarte más que al aire que respiro pero mañana si desapareces quizás esté más tranquilo.
Turbado por una infancia turbia, cuyas cicatrices quedaron marcadas.. La familia, siempre al margen, y amigos, los justos para fiestas y demás parranda, ya que en el mundo de la noche no hay reproches.. alcohol, drogas, peleas, sexo, a 200 por hora en el coche, descargo la impulsividad al máximo, mi ira y mi hastío pero la resaca me devuelve con una ostia al cruel vacío.
Enfadado con el mundo, a la vez que incomprendido: me como el mundo, me ahogo, te quiero, dolido, te añoro, te jodes, te busco, te pierdo, tan sólo y perdido..
¿me quito de en medio?
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